Al extranjero,
que dispara en la selva
le cuesta un huevo.
De su bolsillo,
si paga por cazar
no está prohibido.
Pero si pagan,
unos con sus impuestos,
lo que otros hagan:
¡Muy mal camino,
dispararle de gorra
a los gamusinos!
Siempre se supo,
que negar lo evidente
satura el cupo.
¡Que es arrogante
meterse por las sendas
del elefante!
Usar las armas,
preparar cacerías
para engrasarlas.
No hay que dudarlo,
¡que los gatillos sueltos
los carga el diablo!
¡Nada es lo que es,
lo que parece bueno,
torna al revés!
¡Nada es lo que era,
para los elefantes,
o las caderas!
¡Salud y buena jera!
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