Amigos, pero qué bueno poder pasear,
usar las piernas, dejarse ver tranquilamente
por este viejo PUENTE DE PIEDRA, ahora peatonal
Como escribiera Blas de Otero:
“Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba al agua.
Por los puentes de Zamora,
lenta y sola, iba mi alma.”
Y hacerlo sin prisas, sin agobios, sin ruidos,
salvo los ecos
del Duero.
En estos últimos ECOS DE MORIBUNDIA
disfrutamos hablando sobre ello.
¡Salud y Buena Jera!
De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente....bonitos ecos!!!
ResponderEliminarUn besazo,Luis!
Así, así, de puente a puente. Al final, si me animo voy a hacer una convocatoria, para que la gente vaya con la silla de tijera, y sentadicos en el Puente y mirando al río leamos poemas o cantemos, o vaya usted a saber, jejeje.
ResponderEliminarGracias por estar siempre ahí. Reitero el beso, Natty!!
Esa convocatoria, para una noche de verano, suena super-tentadora. Me pilla lejos el puente de piedra, que sin coches tiene que ser una gozada. Para celebrar una noche de vacaciones. Saludos, Luis.
ResponderEliminarJavier, sin ningún inconveniente, en vacaciones una noche de verano nos sentamos a la luz de las farolas a contarnos o leernos lo que sea menester. Me alegra saber de ti. Un abrazo y saludos!
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