Hoy nos ponemos en contra, -siempre a la contra que tiene mejor ritmo-, de los gastos innecesarios que los mandantes institucionales realizan al tun-tun y según sean los intereses de sus acólitos; y denunciamos cómo se olvidan de otros que suelen ser más necesarios, aunque para ellos, en principio, menos vendibles.
A favor estamos de la educación musical de los niños y jóvenes, abandonada por las instituciones y casi desaparecida en escuelas e institutos.
Y damos caña a la formación permanente de los profesores, institucionalizada por mor de los complementos económicos, y casi fagocitada de forma presencial por los impersonales y continuos cursillos on-line.
Encima, para seguir con la engañifa, inauguran nuevos edificios carísimos.
Aquí os dejamos el audio de estos Ecos de Moribundia:
¡Salud y risas!
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