Escuchantilandia 8/VI, Cadena SER Zamora, 12-X-10
Buenos días amigas y amigos Escuchantilandianos, aquí estamos otra vez con todos ustedes pasando este ratico radiofónico que tanto nos gusta.
Miren, no sé cómo llevarán y qué pensarán ustedes sobre el asunto de la situación problemática creada por el gobierno marroquí en El Aaiún, pero a tenor de la prohibición de entrada a los periodistas sobre todo españoles, a causa de la censura sobre la información y debido al excesivo uso de la fuerza y la represión, no nos queda otra solución que ponernos al lado de los débiles, pues como saben ya son muchos los años de abusos, de injerencias, de pérdida de derechos y de abandono, que el pueblo saharaui viene sufriendo desde que el debilitado, vergonzante, culpable y rancio gobierno español de 1975, les dejase literalmente con “el culo al aire” y en manos de Marruecos y Mauritania.
Es posible y hasta seguro que ustedes, como yo mismo, se encuentren ideológica y socialmente más próximos al pueblo saharaui que al gobierno marroquí, pero ahora no se trata de cuestiones de esta índole, sino de un asunto claro-clarito de conculcación de algunos de los más importantes derechos humanos.
Como ustedes saben, allá por 1948 las Naciones Unidas decidieron establecer un protocolo de actuación donde se definiesen cuales eran los derechos más necesarios y básicos para desarrollar un concepto de humanidad en el que se respetase y se asegurase para todos los hombres de cualquier condición, una mínima la libertad, basándose para ello en la tan traída y llevada dignidad del hombre, y a lo que denominaron con el rimbombante nombre de Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pues miren, del mismo modo en que se definieron y se escribieron tales derechos fundamentales, y debido a las prerrogativas que mantienen algunos países, a la sazón, miembros especiales de la ONU, al final acaba sucediendo que ellos mismos son los encargados de no cumplirlos.
Existen ejemplos flagrantes de este asunto, como por ejemplo el maltrato del pueblo palestino por parte de aquellos que se sienten pueblo elegido y se denominan Israel, del mismo modo a como se sintieron pueblo elegido muchos de los alemanes defensores de aquella raza aria tan querida por aquel pintorucho metido a dictador llamado Adolf Hitler.
Un servidor, no se siente culpable del abandono y la desidia con la que los diferentes gobiernos de esta Éspaña-Espáña-Españá tan cañí viene tratando a nuestros hermanos y anteriormente paisanos, los saharauis, pero -ayayayayay- ustedes y yo amigos, sí que somos algo responsables, porque los mandantes y mandantas que a diario nos mal mandan han sido elegidos por todos nosotros.
Y digo yo que si estamos dirigidos por un gobierno de izquierdas para quienes en teoría este tipo de asuntos sociales deben ser fundamentales y programáticos, ¿a santo de qué tantos paños calientes con un gobierno que delinque como es el caso del que regenta el tal Mohamed VI?, Y ¿a cuento de qué vienen las pobres y vergonzosas declaraciones de los actuales ministros como la señora de Exteriores?
Dicen por ahí que el rey español es primo, hermano o familia de su homólogo marroquí; pues hala, hala Jefe, a ponerse las pilas y, como se suele decir en castellano llano “a lavar los trapos sucios en casa”. Así que el Primero de los Juan Carlos hispánicos lo que tiene que hacer, junto a este desgobierno que nos desgobierna, es poner las cosas en su sitio de una vez por todas, y dejar arreglado el feo asunto que no supo resolver ya en el año 1975.
Como seguramente han oído, mañana sábado hay una manifestación en Madrid convocada por todas las Asociaciones de Ayuda al Pueblo Saharaui, a fin de protestar contra las muertes, las vejaciones, el abandono y la pérdida de derechos de niños mujeres, ancianos y hombres de este pueblo que tanto lleva sufriendo por reivindicar y pedir solamente lo que siempre fue suyo.
Anímense, amigos Escuchantilandianos, y apoyen estas reivindicaciones de justicia en cualquiera de los foros públicos y privados a los que tengan acceso como la manifestación convocada para las 19,30 horas de esta tarde en la Plaza de la Constitución , y entre todos igual les demostramos a los malos gobiernos de turno que su diplomacia es débil, alarga los conflictos y no asegura para nada los resultados.
¿Quiénes de nosotros no haríamos lo mismo, y lucharíamos con palos y piedras, si alguien viniese a expulsarnos de esta querida Moribundia nuestra que a pesar de estar tan averiadica y dejada de la mano, conservamos y defendemos entre todos, incluidos nuestros malos mandantes, para asegurar los derechos más básicos?
En fin, en fin, amigos Escuchantilandianos, ya saben, como siempre son Ecos de Moribundia. Cuídense y quiéranse, que nosotros por nuestra parte, ¿cómo no?, lo seguiremos intentando.
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