así seguimos

así seguimos
Siempre al lado de "los lobitos buenos"

sábado, 26 de febrero de 2011

De "APAREJadobes" y "ARQUIneptos"

No tengo nada en contra de los buenos aparejadores y los grandes arquitectos, porque como suele decirse y a poco que se mire por ahí: habeilos, haylos.

                       

Siempre me han gusatado los edificios hermosos que la historia del arte y del buen gusto nos han venido dejando, tal y como sucede con la buena música, la poesía excelente, la gran literatura o cualquier tipo de arte inteligente y cuidado, incluidos los comics.

Ver imagen en tamaño completo                           

Pero después de todos los desaguisados tejidos por la terrible burbuja inmobiliaria, y la cantidad de churros que se han construido sin ton ni son, no nos queda más remedio que jugar a inventar palabrejos y llamar a esos "señores de la construcción y del diseño", como reza en el título de esta entrada bloguera:

                               "APAREJadobes" y "ARQUIneptos"

Gracias a ellos y al pavor inmobiliaro generado a lo largo de toda la geografía española por las diferentes "seseñas", y a consecuencia de la tan mal entendida Ley de Costas, los ejemplos de la barrabasada son ya demasiados.

                                               

No sé si nuestros diletantes, insolventes y párvulos mandantes tendrán el coraje de frenar de una vez todas estas barrabasadas, cosa que no han sabido hacer con las mentiras económicas de los especuladores bancarios y bursátiles.

                                                     


Como podeis imaginar, seguimos siendo unos "apaches" rodeados por la ansiedad de los "colonos dinerarios", sus fiebres y sus "dorados":

                                              Por eso, ánimo: ¡Sus, y a por ellos!

2 comentarios:

  1. Creo que los que tú llamas diletantes, insolventes y párvulos mandantes, están a otra cosa y cuando alguien (léase arquitecto o similar), hace algo bueno por encargo de ellos, es porque llevados de su megalomanía encargan, con el dinero de todos, un palacio de congresos (sí somo el de la Uni, convertido en piscina), que , a veces, por casualidad, además tiene su valor artístico. Otra cosa es con qué llenarlo o quién lo mantiene después.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con lo del Palacio de Congresos de la Laboral, verlo a diario cuando se va o se viene de trabajar, resulta bastante penoso, y más si recordamos la maravillosa acústica que tenía aquel teatro estupendo ahora tirado, que fue construido por gente que evidentemente no eran del gremio de los "APAREJadobes" y "ARQUIneptos".
    ¡Salud y risas!

    ResponderEliminar