Otro año más, y a pesar de las dificultades, los responsables de organizar el Pórtico Musical moribundino han logrado mostrarnos cómo se puede ser feliz y disfrutar a través de la música excelente, entregada y sencillamente ejecutada, que en las diferentes sesiones los músicos participantes nos han venido donando estos días.Claudio Rodríguez escribió aquello de que "las cosas que nos dan tienen el aire de lo sencillo", y es lo que ha sucedido aquí, pues lo musicalmente díficil se ha aparecido ante nosotros, gracias a la buena magia interpretativa, como algo cercano y sencillo.
Esta entrada de la Moribundia bloguense no pretende hacer un recorrido a través del programa del Festival, ni mucho menos, pues pueden ustedes leerlo en http://www.porticozamora.es/ , no obstante, sí quiere agradecer la buena apuesta de los organizadores y los promotores, así como hacer crítica pública de la estulticia de ciertos mandantes y mandantas, que en este aquí provincial tan vergonzante, han calificado al Festival, en sus medios de comunicación afines, como evento elitista y cosas similares.
Lo triste es no haber visto en la iglesia de San Cipriano estos días a tanto mangante pseudomusical que se lleva la pasta cultural designada a lo musical, y que se reparte de forma escondida entre avejentados conservatorios, falsos folclores, bandas sospechosas, consorcios interesados, coros disfónicos y selvas y musicalias de otros pelajes.
Allá cada cual lo que haga con su tiempo libre, pero luego que nadie se queje de lo que sucede en este erial al oeste del oeste, y, ¿cómo no?, que cada palo aguante su vela.
Hoy Moribundia está un poco más viva, no obstante, que nadie cante victoria.
¡Ayayayay!, con cuanto gusto a muchos mediocres, cuando vienen contando milongas, les diríamos:
¡Deje usted de decir más bobadas y vaya usted a la mierda!
¡Salud y risas!
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