De nuevo tenemos que felicitarnos, pues en los tiempos que corren hay que aplaudir que alguien se atreva a gastar sus sueños y su dinero en aventuras tan necesarias como la poesía.
Por eso, y de entrada, Zurgai otra vez ¡enhorabuena!
Por supuesto que en este número sucede como en todas las antologías al uso; así, en las páginas de esta revista, poetas son todos los que están, pero no están todos los que son.
Es lógico, faltaría más, pues es de suponer que quienes hacen la edición deben ser los que seleccionen los contenidos, pero hay dos cosas que no parecen muy de rigor y demuestran ciertas carencias:
-El primer asunto que rechina un tanto, es que quien coordina el número, en este caso el gran contador Fernando Martos no haya escrito, o no le hayan permitido escribir, ¡vaya usted a saber!, una Introducción contándonos las razones y los contenidos de la Revista. Sus palabras, como siempre, seguramente hubieran sido acertadas y reveladoras.
-La segunda carencia es el exceso de ilustraciones que aparecen acompañando a los poemas, pues despistan al lector sobre la eficacia y la eficiencia poética de los textos.
Aunque no aparece en la Revista, aquí os dejo un pequeño poema de uno de los participantes, Miguel Casado:
TIENDA DE FIELTRO (2004)
Ella leía poemas
de rara intensidad, concentrada
dijo que no había visto
las golondrinas. De lo que pensé
mientras una leía y otras volaban
-naturaleza, arte, disonancia
y armonía- sólo queda una duda
sobre la interpretación. Sublime
todo y grotesco, el vuelo ágil
angosto, esbelto y glotón entre los mosquitos,
la música chirriante, no puede
deslindarse de una duda
sobre la falta de fin, también
sobre la imposible esperanza.
Buen día
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