Recupero aquella pequeña sección de los Mondamientos (mondas del cerebro en forma de frasecillas), en los que dejamos caer algunos serrines del "coleto", unas veces más grises que otras, pero siempre con buena intención.
Después de haber sufrido en mis narices -olgadas en su tamaño, por cierto,- la acometida, días atrás, de una terrible tufarada a axila ajena, y siempre con humor y alegría; hoy voy a salir de esto, no sé si "por peteneras" (voilà: el flamenco y sus huellas) o "por la puerta grande" (voilà: los toros y su cultura).
El caso es que aquí, sin bravos ni olés, os dejo lo que sigue:
"La humanidad es un olor conocido que posee diferentes fragancias reconocibles muchas veces en la escala animal."
Pero tranquilos. Además de Paris, siempre nos quedará agua y jabón para ofrecerlo hospitalariamente.
Así que, relajos y cuidad las pituitarias, que son para siempre.
Cualquier espacio en el que la falta de compromiso lleve al derrumbe. Cualquier tiempo donde perduren las mentiras con las que nos anestesian. Cualquier silencio que no aspire a ser gozoso, sino dolorosamente entregado. Cualquier... Aún hay muchas cosas por hacer. Desde aquí estaremos en la radio, con la poesía y la música, o a partir de aquellos pensamientos que necesiten hacerse un hueco. Siéntete invitado y: ¡Vete tú poniendo el resto!
Resulta que repasando el número de los Mondamientos me he olvidado del número 13.
ResponderEliminarConste que un servidor no es supersticioso, pero no deja de ser curioso el lapsus.
Ya propondré una solución ante el hueco